Elecciones 2016 en Aguascalientes y el bochorno de la política

Las sociedades contemporáneas, si bien tienen un sentido desarrollado del ser de la política y el gobierno, también han avanzado en el descubrimiento de la antipolítica y el antigobierno. Es decir, no todo lo que dice o hace un gobernante, proviene del origen prístino de la política y el gobierno, sino que puede ser el resultado de mezclas de interpretaciones sesgadas o equivocadas que se hacen de la política y el gobierno.

De manera general, consecuentemente, no todo lo que se dice que es política, lo es realmente; podrá ser otra cosa, menos lo que quieren hacer suponer como política. En las grandes sociedades de masas observamos características de antipolítica y antigobierno que, al abrigo de una pretendida democracia, buscan ser justificadas como lo que no son.

Una de las diferencias entre la filosofía política y la ciencia política, consiste en que la primera marca el campo del ‘deber ser’ de la política, mientras que la segunda explica ‘lo que es’ la política en la realidad. Consiguientemente, un señalamiento fundamental que debe darse y hacerse notar desde la filosofía política es que cuando una antipolítica pugna porque sea presentada y aceptada en la sociedad como política debe ser señalada y desenmascarada.

¿Cómo distinguir la política de la antipolítica? Para la respuesta debemos recurrir al ‘deber ser’ de la política: el sentido prístino de la política no sólo se refiere al tiempo en la historia –en la época de la democracia griega–, sino lo que es la política en sí misma y en todos los tiempos.

El punto de partida se centra en la necesidad que tiene la vida de la sociedad de ser conducida, logrando que cada persona-ciudadano viva en comunidad. El gobierno consiste en la institucionalización de la conducción de la vida de los ciudadanos reunidos en comunidad: la función del gobierno se resume, entonces, en atender las necesidades de los ciudadanos y resolver los problemas

de vida de la sociedad. La política se estructura, por lo tanto, en tres principios: el gobierno del pueblo-sociedad, por el pueblo-sociedad y para el pueblo-sociedad.

En la democracia señalada en los tres principios, el gobierno no es propiedad de ningún ciudadano o partido político. El bochorno de la política –antipolítica– comienza cuando un grupo de poder, o un partido político, o una persona determinada, pretende apropiarse del gobierno y del procedimiento de la elección de los gobernantes para, de manera autoritaria y antidemocrática, imponer en el gobierno a la persona o personas que convertirán la acción de gobernar en beneficio y usufructo particulares.

¿Cuál es el indicador de una elección antipolítica, antidemocrática y autoritaria? El elemento determinante se explica en la acción que lleva a los ciudadanos electores a la pérdida de su libertad y de su autonomía. La resultante de esta circunstancia significa que el elector se siente presionado y obligado a votar por un candidato que, en su conciencia política, no es el que eligió para ser gobernante.

¿Cómo pierde el elector su libertad y autonomía? Las formas para que un elector vote por un candidato que no es el de su preferencia son varias, como también son varios los actores políticos que influyen sobre los electores para que pierdan su libertad y autonomía de sufragar por quienes consideren mejores candidatos. El resumen de las formas que utilizan los actores políticos para tal efecto se condensa en la expresión ‘compra de voto’, conocida abundantemente en la historia de las elecciones en México.

El sustento común de las formas utilizadas por los actores políticos, para cooptar y comprar votos, es el engaño al ciudadano elector. El engaño, a su vez, se basa en hacer creer al elector que su vida y su bienestar cambiarán rotundamente cuando el candidato “x” sea gobernante, y que será en el

futuro cuando se hagan realidad todas las promesas hechas en campaña (artimaña que supondrá una permanente espera para futuros que nunca llegan, por más recursos que utilice el gobierno).

El que una elección de gobernantes se resuelva mediante la ‘compra de votos’ tiene consecuencias importantes para la sociedad. Además de generar el

bochorno de la política, se produce la enorme pérdida de los tres principios básicos de la democracia: el gobierno electo ya no es del pueblo, ni por el pueblo, ni para el pueblo.

El servicio público de gobierno se privatiza y entonces los ciudadanos y la sociedad pasan a un segundo plano, ya que el grupo político autoritario y antidemocrático que maleó la elección será el que reciba los mayores beneficios del gobie en las próximas elecciones de junio de 2016 en Aguascalientes, rno en turno. No obstante que sean conocidas las formas de comprar votos de una elección, no es sencillo comprobarlas públicamente.

La existencia de problemas en la relación gobierno-sociedad, como los que observamos en México y en otros países, son un indicio de la diferencia que existe entre la política y la antipolitica, problemas que deben ser estudiados y explicados. De ahí la importancia de observar si el elector podrá votar con libertad y autonomía, sin presiones ni cooptaciones en la próxima elección de junio en nuestro estado, eliminando así el bochorno de la política.

(De Política una Opinión)